Warships of the Spanish Civil War
La influencia del poder naval en la Guerra Civil Española ha sido frecuentemente minimizada, por el contrario se ha destacado, a veces en exceso, la intervención extranjera en nuestra guerra, olvidando que la inmensa mayoría del material y los hombres llegaron por mar. No es menos cierto que algunos hechos decisivos en el desarrollo de la guerra, como el aislamiento de los territorios republicanos en el Cantábrico y el paso del ejercito de África a la península, serían incompresibles sin tener en cuenta la actuación de las dos partes en que se dividió la Armada Española.
No es este artículo una narración de las operaciones navales de la guerra, sino unos esbozos sobre los buques en que los marinos de España lucharon y murieron por las causas en que creían.
Nacionales | Republicanos | |
Acorazados | 1 | 1 |
Cruceros Pesados | (2*) | - |
Cruceros Ligeros | 1(1*) | 3 |
Destructores | 1(4**) | 14(2*) |
Torpederos | 5 | 7 |
Cañoneros | 4(1*) | 1 |
Minadores | (3*) | - |
Guardacostas | 4 | 5 |
Submarinos | (2**) | 12 |
Hombres | 7000 | 13000 |
* En construcción o en reparación en julio de 1936
** Comprados a Italia en 1937
En julio de 1936 la Armada Española (salvo algunas viejas unidades como los acorazados) era una fuerza aceptablemente moderna y preparada. Los barcos eran buenos y de diseño uniforme, y podía considerase a la Armada la séptima u octava del mundo. Durante la República la Marina estuvo, en general al margen de los conflictos políticos, pero en 1936, como toda la nación, la Armada se escindiría en dos partes. El grueso de los barcos quedaría del lado republicano. Los dos cruceros pesados en construcción, sin embargo, lo harían del lado nacional, lo que resultaría decisivo en el futuro. Los republicanos contaban con todos los destructores (menos uno) y todos los submarinos, pero la represión y muerte de muchos oficiales y la desconfianza hacia los supervivientes quitaría valor a esta inicial superioridad en material. Los nacionales trataron de compensar su debilidad con la compra de cuatro destructores a Italia (de dudosa utilidad), y sobre todo, con la actividad encubierta de los submarinos italianos Legionarios, que aunque obtuvieron algunos éxitos importantes (el Torricelli torpedeó al Miguel de Cervantes) , no pudieron explotar todas sus posibilidades por evidentes razones de política internacional.
Los marinos españoles también se dividieron. La mayoría de los oficiales del lado nacional, las tripulaciones del republicano. A pesar de una común carencia de hombres, la Armada nacional estaría mejor mandada y organizada y como consecuencia adoptaría una aptitud más agresiva y decidida. La Armada republicana aunque mejoró su preparación a lo largo de la guerra, después de su único gran éxito (el hundimiento del Baleares), volvió a una posición dubitativa. No hubo grandes combates (excepto el del Baleares), sino una dura y larga guerra de convoyes , bombardeos costeros, bloqueos y contrabloqueos. Los nacionales tuvieron sus objetivos mas claros desde el principio, protegieron mejor su tráfico mercante y obstaculizaron el del contrario. En cualquier caso como en la guerra terrestre ambos bandos lucharon con valor y decisión.
Durante el primer tercio del siglo XX la construcción naval fue monopolizada por la "Sociedad Española de Construcción Naval" (SECN) . La SECN era una compañía con una gran parte de capital británico (Vickers-Armstrong), como consecuencia casi todos los barcos construidos por SECN, se inspiraron en buques de la Royal Navy. Es curioso señalar que personal británico siguió trabajando en los astilleros españoles de los dos bandos durante la guerra.
Submarinos en la estupenda página de mi amigo Jorge Bañón
Pintura y marcas de reconocimiento de los buques españoles
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Quiero dar las gracias a los directores y personal del Museo Naval de Madrid, y del Museo Naval de Cartagena, a Paolo Pizzi en cuya excelente página NAVIS se publicó el artículo original en ingles y a mi cuñada Mariaje.